Este es Juan, un estudiante de sexto grado que tiene dificultades del funcionamiento ejecutivo. Esto no significa que no sea inteligente. Significa que el sistema de autocontrol de su cerebro tiene dificultad para organizarse y hacer las cosas.
Las funciones ejecutivas son un grupo importante de habilidades mentales. Para tener una idea de cómo los problemas con estas habilidades pueden afectar a los niños en la escuela y también fuera de ella, vea cómo es un día típico en la vida de Juan.
7 a.m.
Juan sabe que está olvidando algo. ¡Ah! Eso es, sus zapatos para el juego de hoy. Regresa a la casa por ellos, pero termina olvidando su mochila mientras corre hacia el autobús. Mira rápidamente la lista de revisión que su mamá hizo para recordar lo que necesita para la escuela. Pero es demasiado tarde: El autobús está a punto de arrancar. Lo va a perder de nuevo…
11 a.m.
El profesor de Juan pregunta: “¿Quién tiene una buena respuesta a la primera pregunta que les hice ayer sobre la tarea de lectura?”. Juan se encoge, deseando que el maestro no se dirija a él. No escribió las preguntas en su cuaderno y no tiene idea de cómo contestarlas.
1 p.m.
Es la mejor parte del día en la escuela: ¡el almuerzo! Pero Juan acapara la conversación, hablando muy alto y demasiado sobre sus videojuegos. No se da cuenta de lo molestos que están sus amigos.
3 p.m.
En la práctica de fútbol, Juan está tan concentrado en conseguir el balón que no tiene en cuenta en qué dirección debe correr cuando lo tenga. Rápidamente se dirige hacia la portería más cercana y patea el balón, directo hacia la portería de su equipo.
6 p.m.
Juan no está contento cuando su mamá le dice que apague la televisión y que ponga la mesa para cenar. Cuando cree que ha terminado, su hermana menor señala que otra vez se olvidó poner una taza para cada persona. Frustrado con su hermana y por perderse su programa de televisión, Juan pierde el control y le grita.
8 p.m.
Después de mucha insistencia de su mamá, Juan se sienta a hacer la tarea. Pero no sabe por dónde empezar. En lugar de ponerse a hacer el reporte del libro o los problemas de matemáticas que debe entregar al día siguiente, se pone a buscar en internet un tema para el reporte de ciencias que debe entregar la próxima semana. Después toma un descanso para jugar un videojuego.
10 p.m.
Cuando finalmente Juan inicia el reporte del libro, su mente sigue saltando de una idea a otra. No sabe qué escribir y solo logra anotar una oración en el papel antes de darse por vencido. Piensa que puede terminarlo al día siguiente de camino a la escuela, aunque nunca ha podido hacer nada mientras va en el autobús con sus amigos.
Medianoche
Hace rato que debería haberse acostado. Juan está agotado. Intenta dormir, pero no puede parar de pensar. Le preocupa decepcionar al maestro con su reporte y que sus compañeros de equipo se burlen de él por meter el balón en la portería equivocada.
Sobre de la función ejecutiva
Muchos niños que piensan y aprenden de manera diferente tienen problemas con la función ejecutiva. Todos los niños con TDAH tienen dificultades con ella.
Estas dificultades no significan que los niños no sean inteligentes. Las diferencias en el funcionamiento del cerebro dificultan que niños como Juan se concentren, establezcan metas, inicien una tarea y permanezcan enfocados en ella. Esto incluye cosas como hacer la tarea escolar y las rutinas diarias.
Este tipo de dificultades a menudo son malinterpretadas. Las personas podrían pensar que los niños son flojos o que no son capaces. Pero con el apoyo adecuado, los niños con dificultades del funcionamiento ejecutivo pueden progresar.
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