Todos los niños se sienten ansiosos o estresados de vez en cuando, como cuando van a presentar un examen importante. Pero los niños que piensan y aprenden de manera diferente pueden sentir estrés con más frecuencia e intensidad. Tener estrés por mucho tiempo (estrés crónico) puede causarles ansiedad.
Las técnicas de relajación pueden ayudarlos a calmarse y sentirse en control. Estas son algunas maneras en que usted puede enseñar a su hijo a relajarse.
1. Enseñar con el ejemplo
Una manera en que los niños aprenden a relajarse es observando cómo manejan el estrés los adultos que los rodean. La próxima vez que usted se sienta abrumado, dígale a su hijo algo como: "Tengo tanto que hacer hoy. Voy a hacer algunos estiramientos y así me sentiré mejor". También puede invitarlo a que los haga con usted.
2. Hacer ejercicios de respiración
Los ejercicios de respiración pueden detener un ataque de pánico y son sencillos de enseñar a los niños. Este es un ejercicio de respiración: Cerrar los ojos. Colocar la mano sobre el estómago. Inhalar por la nariz durante tres segundos y sentir cómo se eleva la mano. Exhalar durante tres segundos y sentir cómo desciende la mano. Repetir cuatro veces.
3. Apretar una pelota antiestrés
El estrés causa tensión en el cuerpo. Sujetar o apretar algo puede ayudar a liberar esa tensión. Una pelota antiestrés es una herramienta ideal para lograrlo. También funciona apretar plastilina o abrazar a un peluche. Esta actividad física también puede ayudar a los niños a desviar su atención de lo que les preocupa.
4. Moverse
El ejercicio es una manera excelente de canalizar la energía. Además, libera unas sustancias presentes en el cerebro llamadas endorfinas que mejoran el estado de ánimo. Usted puede animar a su hijo a saltar 10 veces, correr un par de minutos o cualquier otro movimiento que funcione en donde estén en ese momento.
5. Imaginar un lugar favorito
Esta técnica puede ser una válvula de escape del estrés. Dígale a su hijo que cierre los ojos e imagine su lugar favorito, por ejemplo la playa. Dígale que piense en cómo se ve, qué sonidos escucha, cómo huele y cómo se siente. Pídale que se concentre en detalles, como el sonido de las olas, la sensación de la arena mojada y el olor de la brisa marina.
6. Escuchar música
La música puede ayudar a aliviar la tensión. Usted podría ponerse a bailar con su hijo o escuchar juntos una canción. Dependiendo del estado de ánimo de su hijo, escuchen canciones relajantes o bailen con los videos gratuitos de GoNoodle.
7. Practicar la atención plena y las afirmaciones
La conciencia plena (también conocida como atención plena) es el acto voluntario de prestar atención a lo que ocurre en el momento presente. Para ello, la persona se concentra en algo por varios minutos. Por ejemplo, la respiración, los sonidos del ambiente, una imagen, un olor. Esta práctica calma la mente. Otra manera de reducir los pensamientos negativos es repetir mentalmente afirmaciones positivas. Haga que su hijo proponga frases que lo empoderen. “Yo puedo”, “soy fuerte” son buenas opciones.
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