Los niños de cinco años que pasan más de dos horas al día frente a un smartphone o un tablet podrían tener un riesgo de problemas de la atención, sugiere un estudio reciente.
El "tiempo frente a las pantallas" excesivo entre los niños ha sido tema de muchas investigaciones, en particular ahora que incluso los niños más pequeños usan teléfonos y iPads todos los días.
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) aconseja a los padres fijar límites respecto al tiempo frente a pantallas para los niños en edad preescolar: no más de una hora para los niños de 2 a 5 años. En parte, esto es para asegurar que tengan bastante tiempo de juego "desconectado".
En el nuevo estudio, los investigadores encontraron que cuando los niños pequeños superaban mucho esos límites, tenían un riesgo mucho más alto de problemas de la atención.
En comparación con sus pares que no pasaban más de media hora cada día frente a una pantalla, los niños de 5 años que veían más de dos horas tenían seis veces más probabilidades de presentar problemas de atención "clínicamente significativos".
Y tenían casi ocho veces más probabilidades de presentar señales y síntomas del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Los hallazgos no prueban que ver las pantallas tuviera la culpa, reconoció el investigador sénior, el Dr. Piush Mandhane, profesor asociado en la Universidad de Alberta, en Canadá.
Pero más de dos horas de tiempo frente a las pantallas es claramente excesivo, advirtió Mandhane. "Y es algo en que los padres pueden intervenir", anotó.
Sería mejor que los niños en edad preescolar estuvieran moviéndose, aseguró Mandhane. Su equipo encontró que los niños que hacían una actividad física "organizada" con regularidad tenían un riesgo más bajo de problemas de la atención.
Dada la ubicuidad de los dispositivos móviles, y el interés que los niños pequeños muestran por ellos, "nunca es demasiado tarde para hacer un plan del tiempo frente a las pantallas para sus hijos", planteó Mandhane.
"Y menos es mejor", añadió.
Es verdad que los límites en el tiempo frente a las pantallas tienen sentido, y que los niños pequeños deberían ser físicamente activos, comentó Yamalis Díaz, profesora clínica asistente de psiquiatría infantil en Langone Health de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
"Nadie niega la necesidad de que los niños sean activos", dijo Díaz, que no participó en el estudio. "Les digo a los padres que 'el tiempo frente a las pantallas resta del tiempo real'".
Pero advirtió que este estudio no puede determinar que las pantallas sean las culpables de los problemas de atención de los niños. Es posible que esos niños "peleen" con sus padres sobre muchas cosas, y que los padres se rindan, o que les entreguen el teléfono como forma de evitar un berrinche.
"Quizá sean niños que tengan dificultades aceptando los límites, en general", dijo Díaz.
También está el asunto de cuánto tiempo pasan los padres en los dispositivos. Algunos niños, anotó Díaz, aprenden que la mejor forma de apartar a mamá y a papá de sus teléfonos es comportase mal.
Actualmente, añadió, "aún estamos esperando investigaciones sobre si [el tiempo ante las pantallas] tiene algún efecto en particular en el desarrollo cerebral de los niños".
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 17 de abril de la revista PLOS ONE. Se basan en más de 2,300 familias canadienses que participan en un estudio a largo plazo sobre la salud.
Los padres reportaron el uso típico de las pantallas de sus hijos, lo que incluía la televisión, los computadores, las tabletas, los dispositivos para jugar y los smartphones, a los 3 y a los 5 años de edad. Cuando los niños tenían 5 años, los padres completaron un cuestionario estándar sobre la conducta de los niños.
En general, un alto uso de las pantallas a los 5 años se vinculó con unos riesgos más altos de problemas de la atención y problemas de la conducta consistentes con el TDAH. Mandhane dijo que esto fue así incluso cuando se tomaron en cuenta factores como los ingresos familiares y los niveles de estrés de los padres.
¿Por qué el tiempo frente a las pantallas afectaría a la capacidad de prestar atención de los niños? Una forma, indicó Mandhane, podría ser al suplantar otras actividades, como el ejercicio y el sueño.
La actividad física organizada es importante para mejorar las habilidades de atención, concurrió Díaz. "Hay una interacción real entre pares", dijo. "Tienen que escuchar a un adulto. Y aprenden cosas nuevas, como las habilidades motoras finas".
Un sueño adecuado también es esencial, apuntó Díaz. "Lo vemos incluso en los adultos", anotó. "Si nos privamos del sueño, estamos de mal humor y es difícil prestar atención".
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