A pesar de los informes de los medios que alegan que el perpetrador del tiroteo en la Escuela Primaria de Sandy Hook (14 diciembre 2012 Connecticut, Estados Unidos) sufría de síndrome de Asperger, los expertos señalaron rápidamente que no hay un vínculo entre la afección (una forma leve del autismo) y la violencia.
"Realmente no hay ninguna evidencia que relacione el autismo o el Asperger con la violencia", señaló Geraldine Dawson, científica principal del grupo sin fines de lucro Autism Speaks, y profesora de psiquiatría de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
Se ha especulado con que Adam Lanza, el pistolero de 20 años de edad que perpetró la insensata masacre en una escuela primaria de Newtown, Connecticut, tenía Asperger, que se considera como una forma de autismo de alto funcionamiento.
Lanza disparó letalmente a su madre en su casa antes de entrar a la fuerza a la Escuela Primaria Sandy Hook para matar a 20 niños, entre los 6 y los 7 años de edad, y a seis adultos, antes de suicidarse. Se trata de uno de los peores tiroteos masivos de la historia de EE. UU.
Un policía que participa en el caso, hablando desde el anonimato, dijo a Associated Press que Lanza había sido diagnosticado con síndrome de Asperger.
El Asperger tiene su propia designación en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-4) actual, que se considera como la Biblia de la psiquiatría, y que ha estado en uso desde 1994. Sin embargo, a partir de la primavera de 2013, cuando salió el nuevo DSM-5, el "trastorno autista" se conoce como "trastorno del espectro autista" y el Asperger entra en esa categoría más amplia.
Ciertas características son comunes en todo el espectro autista, señalaron los expertos.
"Dos características de los trastornos del espectro autista son las dificultades en el área de las interacciones sociales y una tendencia a realizar conductas repetitivas, ya sea una persona con un funcionamiento alto o alguien que esté gravemente afectado", explicó Dawson. "Estas son dos características comunes".
Sin embargo, en el DSM, "no hay nada que vincule este síndrome con la violencia de ninguna manera", añadió.
Sus ex compañeros de clase dijeron que Lanza era extremadamente tímido, reservado y socialmente torpe, según los informes de las noticias. Esas pueden ser características típicas del Asperger, dijeron los expertos.
Las personas con trastornos del espectro autista, incluso las que sufren de Asperger, podrían exhibir conductas agresivas en comparación con sus pares, pero se trata de un tipo completamente distinto de agresividad que el del viernes, aseguró Eric Butter, profesor asistente de pediatría y psicología de la Universidad Estatal de Ohio.
"La investigación sugiere que la agresividad entre las personas con afecciones del espectro autista puede ocurrir con una frecuencia entre un 20 y un 30 por ciento mayor en comparación con la población general", apuntó. "Pero no estamos hablando del tipo de violencia planificada e intencional que vimos en Newtown.
"La mejor forma de describir la agresividad que observamos en el autismo es como una conducta perturbadora e irritable, que con frecuencia es congruente con las dificultades de comunicación y sociales que son características de los trastornos del espectro autista", añadió. "Es una experiencia muy humana que cuando uno no puede explicar cómo se siente, actúa con frustración, rabia y agresividad. Pero no es congruente con el diagnóstico que se planifique y ejecute un crimen como este".
La agresividad en las personas con Asperger y autismo tiende a ser más reactiva, como "estallidos impulsivos, enojarse rápidamente, dar empujones, gritar con rabia o tardar mucho tiempo en calmarse cuando se enojan", señaló Butter, quien también es director asociado del Centro de Desarrollo Infantil del Hospital Pediátrico Nacional de Westerville, Ohio.
Los tipos de violencia observados en Connecticut y otros lugares "han ocurrido a manos de individuos con una variedad de perfiles psicológicos, y el tema subyacente y conectado es que no hemos hecho lo suficiente en nuestras escuelas y sistemas de servicios de salud mental para identificar, ayudar y quitar el estigma a las personas que sufren de enfermedades cerebrales", apuntó Butter.
Dawson añadió que "siempre que hay una tragedia horrible como esta, las personas desean darle sentido e intentan buscar respuestas. Creo que es importante que tengamos muy claro que si este individuo sufría de Asperger o autismo, lo que no sabemos [con certeza], eso no nos ayudará a comprender lo que sucedió. Porque entre ambas cosas no hay un vínculo".
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