El acoso (conocido como bullying en inglés) es un problema generalizado. Muchos niños acosan a otros porque quieren sentirse poderosos. Eligen a niños que consideran más débiles o que piensan que no se defenderán.
El acoso es cuando alguien usa su poder para controlar o perjudicar a otra persona.
El acoso no siempre es físico, burlarse o humillar a una persona puede ser igual de dañino.
Los niños que piensan y aprenden de manera diferente son más propensos a ser acosados que los que no tienen problemas en la escuela. Una de las razones es que sus diferencias los hacen sobresalir del grupo. Puede que tengan dificultad para leer, permanecer sentados o que reciban servicios especiales como tutoría.
Otra razón es que tener dificultades en la escuela puede afectar la confianza y autoestima de los niños. Los niños que acosan suelen elegir a quienes pareciera que no se defenderán.
Sin embargo, no todos los niños que experimentan acoso son tímidos. Algunos son hiperactivos o se comportan inapropiadamente (ya sea a propósito o no). Es posible que sean acosados porque son agresivos o se molestan fácilmente. También es común que los niños que han sido acosados reaccionen acosando a otros.
Ejemplos de acoso
Los niños que son acosados también puede que acosen a otros. Y los niños que presencian actos de acoso pueden reaccionar favoreciendo el acoso o ayudando a detenerlo.
Es importante no etiquetar a los niños como "víctimas" o "acosadores" ya que a menudo adoptan ambos roles. Las etiquetas pueden reforzar la idea de que no pueden modificar su comportamiento. Trate de distinguir al niño del acto, diciendo “el niño que acosa” o “el niño que fue acosado”.
コメント