La mayoría de los niños tienen dificultad con las tareas de vez en cuando. Pero en los niños que aprenden y piensan de manera diferente es más frecuente, incluso puede ser todos los días. A estos niños la tarea escolar les produce más frustración y es menos probable que la terminen.
Los descansos mentales al hacer deberes escolares o tareas domésticas prolongadas pueden ayudar a aliviar esa frustración. Un descanso mental es exactamente lo que parece: un descanso de lo que los niños estén haciendo.
Se ha demostrado que los descansos breves tienen beneficios reales para el cerebro. Reducen el estrés, la ansiedad y la frustración. Y pueden ayudar a los niños a concentrarse y ser más productivos.
Los descansos mentales también pueden ayudar a los niños a aprender a autorregularse y a ser más conscientes de si están cansados o distraídos. Son especialmente útiles para los niños que tienen dificultades del funcionamiento ejecutivo.
Ser capaz de retomar una tarea y terminarla también genera confianza y autoestima. Les muestra a los niños que pueden resolver las dificultades de la tarea y los motiva a seguir intentándolo.
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