Los niños que piensan y aprenden de manera diferente a menudo son víctimas de acoso. En el caso de los niños con TDAH, puede ser incluso peor. Uno de los motivos es que algunos síntomas y comportamientos asociados al TDAH son muy notorios. Por lo tanto, los niños con TDAH destacan de los demás y esto le otorga más poder a los acosadores.
El acoso no solo es físico. También puede ser verbal. Tampoco tiene que ocurrir en persona. Los niños pueden ser acosados en línea, a través de mensajes de texto o en las redes sociales. Ser cruel o excluir a los niños también pueden ser formas de acoso.
Entender por qué los niños con TDAH son más propensos a ser acosados puede ayudarlo a resolver problemas y enseñar a los niños estrategias y habilidades. Estas son cinco razones por las que el TDAH puede hacer que los niños llamen la atención de posibles acosadores.
1. Dificultad para seguir las reglas sociales
Los niños con TDAH pueden tener dificultad para aprender y seguir las reglas sociales. También es posible que no recuerden las reglas en el momento en que están interactuando con otros. Los problemas con la dificultan dar seguimiento a lo que se debe y lo que no se debe hacer en situaciones sociales.
A muchos niños con TDAH les cuesta reconocer señales sociales como el lenguaje corporal. Por lo tanto, puede que no se den cuenta cómo están reaccionando las personas a lo que ellos dicen o hacen, o cuál es la situación cuando comienzan a interactuar.
2. Impulsividad
Un síntoma clave del TDAH es la impulsividad, la cual puede causar muchos problemas. Es posible que los niños con TDAH interrumpan mucho a los demás, hablen más de la cuenta o sean groseros sin querer. También pueden jugar de manera muy brusca, agarrar objetos de otras personas y hacer o decir cosas sin pensar.
Todos estos comportamientos impulsivos pueden dar lugar a que los niños con TDAH sean excluidos o acosados.
3. Dificultad para manejar las emociones
La dificultad para manejar las emociones es otro aspecto del TDAH que puede hacer que los niños con esta condición llamen la atención. Conduce a comportamientos que los convierten en víctimas fáciles del acoso.
Los niños con TDAH pueden alterarse con facilidad y tener dificultad para controlar sus emociones. Pueden enojarse por cosas insignificantes y no dejarlas pasar. Sobreexcitarse o llorar con facilidad frecuentemente. Y si otros niños responden, es posible que también reaccionen de forma exagerada.
4. Hiperconcentración
La hiperconcentración es una parte del TDAH que muchas personas no entienden. Pero los niños con TDAH a menudo se enfocan tanto en las cosas que les parecen interesantes o divertidas que no pueden abandonarlas o dejar de pensar en ellas.
Es por eso que un niño puede repetir lo mismo durante una conversación. O seguir hablando del mismo tema mucho tiempo después de que la conversación ha tomado otro rumbo. Es posible que continúen haciendo en clase una actividad que disfrutan, aunque los demás hayan pasado a hacer otra cosa.
5. Baja autoestima
Algunos niños con TDAH tienen dificultades académicas. Ver que sus compañeros aprenden con mucha más facilidad que ellos puede afectar su autoestima. Esa falta de confianza puede causar que sean más propensos a que los molesten y menos propensos a defenderse.
Muchos niños con TDAH reciben más comentarios negativos en la casa, la escuela y en situaciones sociales que sus compañeros. Esto también puede disminuir su autoestima y hacerlos sentir inseguros.
El acoso se reduce a un desequilibrio de poder. Cuanto más sepa usted al respecto, mejor preparado estará para detenerlo y ayudar a los niños a enfrentarlo.
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